😍 Los dientes como sistema de alerta temprana de nuestro cuerpo
Dentro de nuestra boca, nuestros dientes tienen un propósito oculto. Cada pieza dental guarda un enorme secreto. Ellos son los centinelas de nuestro cuerpo. En este artículo aprenderás a ver los dientes como sistema de alerta temprana de nuestro cuerpo.
Esas impresionantes piezas de ingeniería: los dientes
Los dientes son impresionantes piezas de ingeniería, con características que no tiene ningún otro órgano de nuestro cuerpo. Su estructura ha sido copiada por la industria de los coches de carreras para mejorar el rendimiento y la seguridad. Las piezas dentales están diseñados para durar décadas. Los dientes son aproximadamente dos veces y media más duros que los huesos, ¿lo sabías?. De hecho, la parte externa del diente, el esmalte, necesita ser tratado con diamante. Pero a diferencia de los huesos y de todas las demás partes del cuerpo, los dientes no sanan cuando la enfermedad les lesiona. Esta desventaja, aparentemente desafortunada para la salud oral, es en realidad una ventaja para la salud general. Veremos cómo nuestra boca es un importante sistema de diagnóstico de enfermedades. Para analizar esta hipótesis, voy a continuar hablando de dos tendencias que surgieron durante la segunda mitad del siglo XX.
La fluoración del agua potable y las comidas bajas en grasa
En la segunda mitad del siglo XX surgieron dos tendencias: la fluoración del agua potable para prevenir caries y las comidas bajas en grasa para prevenir las enfermedades cardiovasculares. Dos hechos que, por desgracia, estuvieron muy relacionados entre sí.
La demanda de dentistas en los Estados Unidos está aumentado mucho más que la demanda de otros puestos relacionados con la salud. Sin embargo, las enfermedades cardiovasculares son el primero motivo de muerte, tanto para el hombre como para la mujer. ¿Esto como puede ser así? Os contaré una historia para que comencéis a ver a los dientes como sistema de alerta temprana de vuestro cuerpo.
En 1951 la fluoración del agua potable se convirtió en política en los Estados Unidos. Una política que tuvo tanto éxito a la hora de prevenir las caries dentales que el New Yor Times, en 1983, sacaría un informe a través de una serie de expertos en seguridad pública donde predecían que las enfermedades dentales en niños y adultos jóvenes desaparecerían totalmente en el cambio de siglo. Pero estos expertos no sabían que un grupo llamados la “Fundación de Investigación sobre el Azúcar” se había entrometido en la ciencia. En 2015, Kristen Kearns sacó unos documentos, datados en los años 60 del siglo XX, donde probaba que la “Fundación de Investigación sobre el Azúcar” pagó a nutricionistas de la Universidad de Harvard para oponerse a la ciencia que vincula el azúcar con las enfermedades coronarias y, en su lugar, recomendar una reducción en la ingesta de grasas y colesterol en la dieta.
Esto dio a luz, en los años 70, a las dietas bajas en grasas y a las comidas procesadas, promocionadas para prevenir las enfermedades del corazón y promover la pérdida de peso. Sin embargo, “bajo en grasas” significa “bajo en sabor”. El problema fue resuelto rápidamente por los fabricantes de comida. Simplemente se encargarían de añadir más y más azúcar, lo que desde entonces se ha demostrado que es más adictivo que la cocaína.
Cambios en la industria dental
Durante esta época la industria dental entró en momentos de grandes cambios, donde aparecieron los rellenos o empastes de composite blanco. Empastes mucho más bonitos que las amalgamas de plata que solían utilizarse en la época. Por cierto, si quieres saber si las amalgamas de plata son o no seguras para tu salud en general, y para tu salud dental en particular, no dudes en leer mi artículo sobre las amalgamas dentales.
Hubo cambios como los implantes dentales, que permitieron a los dentistas restaurar la funcionalidad de la boca como nunca antes. También surgieron adhesivos y nuevas porcelanas para restaurar los dientes a su belleza natural. El trabajo de los dentistas nunca más volvió a ser únicamente sobre perforar y rellenar las caries de los dientes, lo que se conoce como obturación dental o empaste. La evolución de la especie odontológica. Los dentistas comenzaron a mejor la vida de otras personas mediante estas nuevas técnicas bucodentales. Sí, un gran avance.
Las previsiones no se cumplieron
Sin embargo, los dentistas empezaban a aprender que los dientes eran volubles. Los dientes no sanan. Bueno, tal vez sea que los empastes fallan 😫. Es algo común en la comunidad dental que el hecho de que los empastes fallen hace que uno quiera formarse y realizar cursos de manera continuada y permanente sobre este tema.
Sin embargo, cuando a finales del siglo XX la comunidad dental comenzaba a aprender técnicas nuevas dentro de su profesión, de repente, los índices de caries en los dientes comenzaron a aumentar de nuevo. Esto sucedió, muy a pesar de que un gran número de comunidades ya disponían de agua potable fluorada y de que el uso de pasta de dientes con flúor se había ya extendido entre la población. Las predicciones hechas en 1983 por el New York Times parecía que no se cumplían. A pesar de ello, en octubre de 1999, el Centro de Control de Enfermedades nominó a la fluoración del agua de las comunidades como uno de los diez mayores logros en la salud pública en el siglo XX. Qué gran contradicción, ¿no crees?
La verdadera salud: la salud bucodental
Me hago la siguiente pregunta acerca del incremento en el número de casos de caries dental: ¿fue causado porque no había suficiente flúor en el agua o por el hecho de que había demasiado azúcar en nuestras dietas? Actualmente, cogiendo como ejemplo a Estados Unidos, cerca del 75 % de la población estadounidense tiene acceso a agua potable fluorada. Entonces, ¿por qué la caries dental es todavía la enfermedad infantil número uno en este país, cuatro veces más común que el asma, cuando se suponía que iba a desaparecer completamente en el siglo XXI?
Más preocupante es el hecho de que, desde que el azúcar se encuentra en cada una de las estanterías de nuestras tiendas, el incremento de los índices de obesidad, diabetes tipo 2 y enfermedades relacionadas con el hígado graso en la población infantil ha sido alarmante. No hay alimentos en nuestras tienda, no procedentes del campo, que no estén contaminados con azúcar añadido. Y mientras que la obligación de tratar este tipo de enfermedades recae sobre médicos de familia y pediatras, los dentistas, por separado, se enfocan en otro tipo de enfermedades relacionadas con la dieta: las caries dentales. Claro, ¿quién no sabe que los dientes no forman parte de nuestro cuerpo, y que éstos van al dentista sin “su cuerpo” cuando se encuentran enfermos?
Los diente como sistema de alerta temprana de enfermedades
Te lanzo una pregunta: ¿hablas con tu médico de familia sobre tus dientes? Si no lo has hecho hasta ahora, te recomiendo que lo hagas. La razón es simple: tus dientes son el mejor y más accesible sistema de alerta temprana para predecir futuras “averías” en otras partes del cuerpo, décadas antes de que ocurran.
¿Qué hay sobre transformar la visita al dentista en una ventaja plena para la salud? Imagina por un momento al dentista de tus hijos después de encontrar alguna mancha blanca en alguno de sus dientes, sin que haya un deterioro completo de los mismos. Con gran preocupación por la salud de tu hijo, tanto dental como a nivel general. En ese momento, un equipo medico dental se decide a resolver el problema por el cual el esmalte del tejido más duro en todo el cuerpo de su hijo se está descomponiendo. Y esto lo lleva a descubrir no sólo la completa caries dental, muy deteriorada, sino también otras enfermedades relacionadas con la dieta y mucho antes de que se manifiesten.
Hablo del hígado de vuestros hijos, de su corazón, de su páncreas. Órganos que, gracias a su capacidad de regeneración, pueden resistir mucho más tiempo que los dientes. No para siempre, pero más tiempo que los dientes, a pesar del estrés de una dieta tóxica. Esto significa que una intervención temprana, provocada por los dientes, en realidad puede prevenir el daño permanente a otros órganos y tejidos del cuerpo humano.
Hipócrates no hubiera sido amigo del azúcar
“La mejor medicina es enseñar a la gente cómo no necesitarla”. Abordar las necesidades esenciales de la población para la educación en salud oral hará más para mejorar la salud en general que inscribir a más personas en programas de seguros de salud o eliminar las barreras de la atención médica como la conocemos actualmente. ¿Por qué? Porque la salud empieza en tu boca. Nuestro cuerpo es mucho más que el conjunto de un sofisticado número de partes funcionales. Los dientes no funcionan aislados del resto del cuerpo, sino que conviven con él en una relación simbiótica. Las piezas dentales están conectadas con el resto de nuestro cuerpo. Nuestros dientes están destinados a ser los centinelas de nuestro cuerpo.
Las estadísticas sobre el azúcar son realmente alarmantes. Hace 200 años, el estadounidense promedio consumía 10 cucharaditas de azúcar cada 5 días. Hoy, se consume la misma cantidad cada 7 horas. ¿Es de extrañar que esta tendencia no continúe? Hoy en día, hay azúcar en casi todos los alimentos procesados, incluidos los alimentos que nunca sospecharías, tales como sopas y salchichas. Revisa las etiquetas la próxima vez que vayas a un supermercado y te sorprenderás. El azúcar figura como el tercer y, a menudo, el segundo ingrediente en casi todos los cereales y en las barras de granola que desayunamos, las cuales son promocionadas como saludables y hábilmente empaquetadas en cartón reciclado. Qué ironía, ¿verdad? Te recomiendo que visites la web sinazucar.org, la cual nos muestra a través de fotografías la cantidad de azúcar que contienen todos esos productos cotidianos que están presentes en las estanterías de nuestros supermercados.
Comienza el día sin azúcar
El azúcar es el ingrediente número uno. ¿Le das esto a tu hijo para el desayuno? ¿Es así como quieres que tu hijo comience su día?
A menos que estemos de acuerdo en que la caries dental es un “centinela” importante, a menos que tratemos la caries dental desde la perspectiva de que es una parte más de un todo, que es el cuerpo, a menos que se dé la alarma cada vez que se ve una caries en la boca de un niño, y se sepa activar el trabajo en equipo para abordar la causa, antes incluso de que se decida perforar, limpiar la cavidad dental y rellenar, nuestro sistema de atención médica continuará fallando y seguirá costando millones de euros en lo referente al tratamiento de enfermedades crónicas relacionadas con la muerte, las cuales podrían ser prevenidas.
La salud es una responsabilidad colectiva. Ya no podemos ser testigos silenciosos de los estragos causados por los alimentos procesados y las bebidas. Culpar o criticar a otros ya no funciona. Debemos unirnos y ser lo suficientemente valientes y sabios como para comenzar una revolución.
Responsabilidad dental y alerta natural
Padres, elegid alimentos frescos sobre los procesados cada vez que podáis, y dejad de comprar todos aquellos alimentos procesados donde el azúcar figura como uno de los tres primeros ingredientes. Esto es muy importante. Sin embargo, debéis saber que esta advertencia es complicada por el hecho de que el azúcar tiene al menos 61 nombres diferentes. Aprended todos, así podréis evitarlos. Y recordad que un desayuno sin azúcar añadido es la mejor manera de comenzar un día.
Los médicos de familia y los pediatras de odontología preventiva no requieren un sillón dental especial. Echad un vistazo a los dientes, conectadlos al cuerpo y recordad a los padres jóvenes la regla, no negociable, de no añadir azúcar a menores de dos años. Profesores y maestros, haced una promesa ahora mismo para eliminar todas las recompensas dulces de su clase. Ratoncito Pérez, ¿qué tal un cepillo de dientes eléctrico debajo de la almohada? Banqueros, esas piruletas tienen que parar.
Dentistas, sois el cuerpo médico encargado de los dientes. Depende de vosotros comenzar y liderar esta revolución. Tú, dentista, comienza a hablar de que la caries dental es un serio centinela que requiere mucho más que sólo limpiar la cavidad dental y rellenar con algún material. Comparte tanto tu conocimiento y como tus preocupaciones en tu comunidad, con maestros, padres, médicos, pediatras. Y ten como objetivo que cualquier nueva caries sea la última que trates en la boca de ese paciente. No te preocupes porque todavía estará muy ocupado reemplazando los rellenos que fallen 😉.
A todos, nuestra capacidad de reconocer los dientes como asombrosas maravillas de ingeniería, diseñadas para ser los centinelas de nuestro cuerpo, conectará los dientes con la salud de una manera tan poderosa que cambiará el curso de la salud humana, salvando millones de euros en atención médica. Y mucho más importante, salvando vidas. Ya es hora de ver nuestros dientes como un sistema de alerta temprana. Un sistema de alarma natural muy sofisticado.
Si te sienta bien salvar un diente, imagina lo bien que te sentirás salvando una vida. Únete a mi revolución.